FUENTE: Sophya/Gabinete de orientación y asesoramiento familiar
ESPAÑA
La potencia de la empatía: Es la capacidad que tiene un individuo para conectarse con otra persona y saber responder adecuadamente a las necesidades del otro, a saber comprender y compartir sus sentimientos e ideas de tal manera que logra que el otro se sienta muy bien con él. Es una participación de tipo emotivo-afectiva de un sujeto en una realidad ajena a él mismo. El empático/a tiene la capacidad de saber conectar y saber responder con las necesidades del otro y a saber comprender y compartir sus sentimientos e ideas con tal cercanía hacia el otro, que logra que el otro se sienta bien y acompañado con él.
La potencia de la asertividad: Es la capacidad de un individuo para transmitir a otro sus posturas y opiniones de manera eficaz, franca y oportuna y sin sentirse incómodo. Es la capacidad de ser hábil y persuasivo en el momento de comunicar sus ideas, de tomar una decisión y de relacionarse con el resto de las personas.
La potencia de la resiliencia: Es la capacidad que tiene un individuo o un grupo de recuperarse frente a la adversidad y de adaptarse eficazmente para seguir proyectando el futuro. Los especialistas afirman que la resiliencia está vinculada a la autoestima. En general, se considera que es un conjunto de tres componentes principales: compromiso, control y reto.
Hay gente que parece tener dotes naturales para ser asertiva/o, empática/o y capaz de enfrentarse con decisión en el momento adecuado y ante cualquier adversidad.
Pero no te engañes, normalmente no se nace sabiéndonos especialmente dotados o preparados para ser felices. Muchas de nuestras grandes potencias humanas de comunicación no nacen sino que se hacen a lo largo de la madurez y el desarrollo personal. Es empezar a tener la necesidad de ello… y con esfuerzo aprendes y mejoras tus habilidades sociales. Los que nunca creen tener que necesitar a nadie o se sienten superiores a los demás, son los que les cuesta mucho más ser personas positivas transmitiendo felicidad a los demás a través de la empatía la asertividad o la resiliencia.
“Muchos éxitos personales están llenos de ego y prepotencia y no de las potencias positivas que generan felicidad”
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Normalmente son nuestras reacciones positivas a los distintos acontecimientos buenos o malos que nos llegan, y que nos permitirá sentirnos más o menos felices.
Alcanzar una vida lograda no depende tanto de nuestro éxito social sino que en gran medida depende de nuestros esfuerzos personales.
- Cuando nacemos, parece que a uno, por el hecho de vivir, te van a regalar la felicidad con cosas materiales perfectas.
- La felicidad tampoco se logra a base de tener buena suerte en la vida…
“La felicidad es ser capaz de sentirte protagonista de tu capacidad para superarte a ti mismo; ocurra lo que ocurra…”
“Las tres potencias para alcanzar la felicidad, no tenemos que buscarlas en las potencias de los demás, sino en nosotros mismos”
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