FUENTE: Fundación de Investigaciones Sociales A.C. FISAC
MÉXICO
Si eres mayor de edad y decides consumir bebidas con alcohol, esta información te interesa.
¿Sabías que existe casi la misma cantidad de alcohol puro en una lata de cerveza, un caballito de tequila o una copa de vino?
Quizá parezca raro a primera vista, porque sabemos que entre las bebidas con alcohol, fermentadas (vino, pulque, cerveza) y destiladas (p. ej. tequila, whisky, ron, vodka), existe una considerable diferencia en su concentración de alcohol. Si te fijas en la etiqueta de cualquier botella o lata, verás que marca el porcentaje de alcohol (% Alc. Vol.).
En promedio, una cerveza mexicana tiene alrededor de 4.5% Alc. Vol., mientras que una bebida destilada 38% Alc. Vol. y un vino 12% Alc. Vol.
Pero si el porcentaje de alcohol es tan diferente, ¿por qué decimos que tienen aproximadamente la misma cantidad de alcohol puro?
La razón es que se sirven en cantidades muy diferentes para su consumo; incluso los recipientes para consumir las bebidas con alcohol son de tamaños distintos. Para el vino se utiliza la copa, para la cerveza un tarro y para los destilados se usan copas pequeñas o caballitos.
En una copa para vino se debe servir alrededor de 138 ml, un tarro estándar tiene capacidad para 355 ml y en un caballito para 43 ml. A estas medidas se les conoce como trago estándar, pues en cualquiera de ellas existe un contenido de alcohol puro de aproximadamente 13 gramos.
Entre mayor es el porcentaje de alcohol en una bebida, la cantidad que se sirve es menor. Lo cual implica que si servimos las bebidas en la cantidad adecuada y en el recipiente correspondiente, todas tienen aproximadamente la misma cantidad de alcohol puro.
Autoridades de nuestro país señalan que un consumo moderado para personas adultas sanas es de hasta 2 tragos estándar para mujeres y hasta 3 tragos estándar para hombres cada 24 horas, acompañados de alimentos y espaciando cada trago al menos una hora, y no bebiendo alcohol al menos 2 días a la semana.
Contar los tragos sirve para apegarse a las medidas de moderación y evitar posibles riesgos si se excede el consumo y las consecuencias negativas.
Recuerda, los menores de edad no deben consumir alcohol porque podrían afectar su desarrollo y elevar el riesgo de desarrollar enfermedades o involucrarse en accidentes.
Ahora ya lo sabes, la responsabilidad está en ti.
Bibliografía
Nolla, E., et al. (2015). El trago estándar en México: Una herramienta para la prevención del uso nocivo del alcohol. Fundación de Investigaciones Sociales, A.C., México, D.F.
Medina-Mora, María Elena (Coord.). (2012). Alcohol y Políticas Públicas. El Colegio Nacional, México.
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