MÉXICO
El hígado tiene una capacidad limitada para absorber y metabolizar el alcohol. La parte sobrante se distribuye a otras zonas del cuerpo. El alcohol que no puede ser asimilado en el hígado puede alterar en gran medida el funcionamiento de otros órganos y el bienestar psicológico.
Su contenido calórico es alto: 7.1 kcal por gramo de alcohol). Su oxidación provoca al ser ingerido en exceso, trastornos metabólicos. El hígado es el más comprometido con el proceso de oxidación ya que el 90% de la misma se lleva a cabo en él.
El exceso de alcohol puede causar una gran variedad de problemas, tales como:
- Hipertensión (aumento de la presión arterial)
- Irritación del sistema digestivo, lo que causa úlceras,
- gastritis y una absorción incorrecta de los nutrientes
- Trastornos en el sistema nervioso central, entre ellos
- problemas cerebrales, avitaminosis B y neuropatía periférica
- Impotencia en hombres y mujeres
- Depresión, ansiedad y otros problemas sociales
La ingesta de bebidas alcohólicas aun en cantidades similares a las que se ingieren socialmente, provocan cambios ultra estructurales en el hígado.
Estas modificaciones ultraestructurales (ultra por ser vistas al microscopio electrónico) preceden a lesiones que son vistas histológicamente por el microscopio común.
Un hecho notable es la tolerancia o sea la adaptación en la velocidad de oxidación del etanol (alcohol de las bebidas) que presentan los pacientes alcohólicos, la que desaparece al cabo de 15 o más días de no ingerir alcohol. Esta tolerancia o adaptación se manifiesta por el hecho de que un paciente necesita cada vez cantidades mayores de alcohol para sentir sus efectos.
Las alteraciones metabólicas y ultraestructurales en alcohólicos pueden determinar cambios morfológicos visibles. La primer manifestación es la esteatosis o acumulación anormal de grasa en los hepatocitos.
FUENTE: Alimentación Sana/Salud
http://www.alimentacion-sana.org
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