MÉXICO

La edad de inicio de consumo de bebidas alcohólicas en hombres son los 12 años y en las mujeres 16.

Es sábado por la noche. Javier, de apenas 19 años, tiene ganas de divertirse. No tiene que caminar mas que una cuadra y media para encontrar un lugar en donde le vendan alcohol.

Llega a un bar, del que no se irá hasta que se tome cinco o más cervezas. Una de sus amigas es menor de edad, pero va dispuesta a emborracharse. Como no le gusta la cerveza, pide una bebida preparada con tequila.

A las 3:00 horas, se dirigen a su domicilio, circulando por la Ciudad, junto a medio millón de personas manejando alcoholizadas en el área metropolitana.

Lo inevitable sucede: Javier y sus dos amigas sufren un grave accidente en una de las avenidas principales de la Ciudad.

Ahora ellos forman parte de la estadística del 80 por ciento de los jóvenes entre 17 y 25 años que fallece en accidentes en los que está involucrado el alcohol.

Aunque por motivos de confidencialidad en Alcohólicos Anónimos no llevan una estadística sobre las edades y procedencia de los miembros, en los últimos años también ha aumentado el número de jóvenes que llegan a las juntas.

"Están llegando demasiado jóvenes, y no sólo con el problema del alcoholismo, sino también traen problemas con otras adicciones", señala José Trinidad, custodio regional de la zona Norte-Oriente de Alcohólicos Anónimos, quien no da su apellido para guardar su identidad, una regla del grupo.

La proporción entre jóvenes y adultos casi se ha igualado en las sesiones, indicó.

INICIAN A LOS 12 AÑOS 

La edad de inicio de consumo de alcohol en hombres son los 12 años; en las mujeres, 16, señala Roxana Robles, responsable del programa de Prevención y Control de Alcoholismo de la Secretaría de Salud estatal.

Sin embargo, en la actualidad pareciera ser que el estilo de diversión desarrollado por los jóvenes tiene que incluir el consumo de la sustancia.

"El joven en esa edad imita lo que hacen sus pares, no lo que los papás les ponen de ejemplo, se van más por el criterio social que por el familiar", explica la funcionaria.

"En Nuevo León, la gente de entre 35 y 55 años está dejando de tomar, está haciendo conciencia de las consecuencias debido al trabajo que se ha hecho en los últimos 20 años acerca de la prevención".

Además, los usos y costumbres familiares, favorecen que el consumo de alcohol, sobre todo entre los varones, sea algo bien visto, además de que ingerir alcohol es un "símbolo" de adultez.

En la adolescencia, en donde es crucial la aceptación de los compañeros de la edad, el consumo es algo casi obligatorio.

"Si no tomo me van a decir que soy un geek, que soy maricón, que me tienen encerrado, por eso buscan más la aprobación de los jóvenes", señala Robles.

"Todo va encaminado a que el joven consuma", explica la responsable del programa preventivo. "Es luchar en contra de tanta estimulación y de tanta facilidad que se le da al joven para que tenga acceso al alcohol".

MUJERES AL ALZA

De acuerdo con la asociación Ciudadanos contra el Abuso en el Consumo del Alcohol, A.C., también conocida como Cruzada Cabal, hace 30 años, uno de cada seis alcohólicos era mujer. Ahora, es una de cada tres.

La causa del incremento en el consumo de alcohol entre mujeres jóvenes obedece tanto a un escenario de avances en materia de igualdad de género, como a la imitación de modelos de otros países, señaló María Elena Medina, directora de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría.

En general, los expertos han detectado que el porcentaje de hombres y mujeres que consumen más de cuatro o cinco copas por ocasión se ha incrementado.

"Y esto sucede especialmente en las mujeres", afirma Jesús Salazar, director de adicciones y salud mental de la Secretaría de Salud estatal.

De acuerdo con la información de la dependencia, las jóvenes suelen consumir alcohol con menos frecuencia que los hombres, sin embargo, cuando lo hacen están dispuestas a emborracharse.

Las bebidas preferidas son la cerveza, los destilados (tequila y whisky) y las bebidas preparadas con sabor a fruta.

"Tenemos dificultad en el consumo en fin de semana, que es cuando se da fuertemente", expresa Robles. "Los fines de semana hay medio millón de personas en el área metropolitana circulando alcoholizado".

TRABAJO EN CASA

El hogar es clave. Y ahí falta control y orientación de los papás hacia sus hijos, coinciden agrupaciones que trabajan en la prevención y tratamiento del alcoholismo, como Cruzada Cabal, la Secretaría de Salud y diferentes centros de prevención universitarios.

"Lo que falta es el trabajo como padres de familia, porque si estamos hablando de jóvenes de 12 a 19 años, es gente que todavía vive en su casa y que los papás debieran checar cómo llega y cuándo llega", indica Robles.

"Porque a mí mis pacientes me dicen: 'yo tomo desde los 15 años', y entonces ¿cómo llegaba a su casa con aliento alcohólico y los papás no se daban cuenta?".

Más que a nivel institucional, falta trabajo como padres.

"La responsabilidad es supervisar más a los hijos. Son menores de edad que están abusando del alcohol", señala la especialista.

"El buen o mal trabajo empieza en casa. Por ejemplo, un papá le da un traguito de cerveza al bebé y si le gusta dice: 'éste sí va a ser bien hombre', le causa gracia.

El niño va viendo que eso es aceptado y aprobado".

MÁS PREVENCIÓN

Para Luis Carlos Treviño, presidente ejecutivo de Cruzada Cabal, también faltan campañas de prevención efectivas.

"Hacen una labor muy bonita los centros DIF, de Salud, de Integración Juvenil, de Nueva Vida, pero a lo mucho tienen un curso y ya, o tienen pósters, pero eso no es suficiente", afirma Treviño, en cuya asociación se trabaja en pequeños grupos que se insertan en comunidades.

De acuerdo con Treviño es más efectivo el trabajo entre pares, es decir, que jóvenes informen a otros jóvenes de las consecuencias de abusar del alcohol, así como que compañeros de trabajo platiquen con sus colegas al respecto.

La situación extrema que se vive ha llevado a la Secretaría de Salud de Nuevo León a realizar labores de prevención, incluso, desde el jardín de niños, hablándoles sobre la sustancia y los peligros que conlleva, indica Robles.

Con ello se quiere combatir la costumbre familiar de darle una connotación positiva a la ingesta de alcohol.

La funcionaria comenta que en Nuevo León hay cerca de 60 instituciones gubernamentales y no gubernamentales que realizan labor de prevención, como Cruzada Cabal, el CAT del Tec de Monterrey, Conductor Designado o No a Conducir Ebrio.

"El panorama debería de estar peor, si no es porque hay tanta institución gubernamental y no gubernamental que se dedica a la prevención", expresa Robles.

Sin embargo, Cantú Jauckens señala que no ha habido un trabajo en conjunto, sino disperso entre estos grupos.

"No hay un solo objetivo, no ha habido una cabeza que nos una a todos para lograr el objetivo de bajar el índice de consumo en los jóvenes".

CUMPLIR SANCIONES

La experiencia internacional, especialmente en Estados Unidos, dicta que la única solución para detener el abuso de alcohol es cumplir con las sanciones que marca la ley para así restringir el acceso a la sustancia, considera Cantú Jauckens.

"Las penalidades son muy altas para quien les vende bebidas alcohólicas a menores", señala.

A pesar de la gravedad de la situación, que produce problemas familiares, sociales, escolares y emocionales, la página de internet del Consejo Estatal Contra las Adiciones del Estado no funciona.

Tampoco está disponible en la red el documento de la Encuesta Nacional de Adicciones 2005 ni la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, en donde se encuentran las estadísticas y se registran las variaciones en el comportamiento de la población.

Piden que se cumpla la ley

La reciente aprobación de un plan de reordenamiento de negocios con venta de alcohol, el 8 de agosto pasado, para que estos pudieran operar sin cumplir con los requisitos del Reglamento de Alcoholes en Monterrey, indignó a las asociaciones civiles que buscan prevenir el abuso en el alcohol.

¿La razón? Monterrey ocupa el primer lugar de jóvenes, entre 12 y 17 años, que abusan del alcohol, es decir, toman cinco copas o más en cada sentada, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2005, una tendencia que ha permanecido por años.

Ricardo Cantú Jauckens, presidente de No a Conducir Ebrio (NACE), señala que la única opción para evitar que esto siga sucediendo es el cumplimiento de la ley, ya que los jóvenes a esa edad no son capaces de rechazar la constante invitación a ingerir alcohol.

"La Ley de Prevención de Abuso al Alcohol no está funcionando. Sabemos que se viola constantemente los horarios de venta de alcohol, hasta la 1 de la mañana entre semana y a las 2, los fines de semana, también la supervisión a venta a menores, los negocios no son sancionados", resalta Cantú Jauckens.

"Entre los jóvenes es muy difícil que entiendan el daño que ocasiona el abuso del alcohol, por eso se tiene que ir más a que las autoridades hagan su función de estar supervisando y viendo que no les llegue el alcohol a los jóvenes", dice.

"También en muchos casos está el mal ejemplo de los padres y el descuido hacia los hijos. A lo mejor es falta de información de los padres que no saben que es una droga, que es adictiva y que puede ser mortal", señala el presidente de NACE, una de las 60 asociaciones y grupos que existen en el Estado para combatir el abuso del alcohol.

FUENTE:      Grupo SIPSE

http://www.sipse.com/noticias/16287-ahoga-alcohol-jovenes.html