Si te esfuerzas demasiado en complacer a otras personas, es difícil que llegues a conocerte a ti mismo. Una buena manera de llegar a conocerte a ti mismo es nombrar y reconocer tus sentimientos, tus sueños futuros y tus necesidades. Los sentimientos tienen sus propios nombres especiales. Llamar a los sentimientos por su nombre correcto aumenta tu poder personal. La mayoría de los sentimientos pueden ser agrupados en ocho tipos básicos. Cada tipo incluye un sentimiento de baja y de alta intensidad. De baja intensidad - Interesado
- Alegre
- Sorprendido
- Apenado
- Temeroso
- Enojado
- Avergonzado
- Desdeñoso
De alta intensidad - Emocionado
- Contento
- Asustado
- Angustiado
- Aterrorizado
- Furioso
- Humillado
- Disgustado
Algunas veces puede resultar difícil diferenciar los sentimientos: eso se debe a que puedes experimentar más de un sentimiento a la vez. Los sentimientos no son equivocados o adecuados, buenos o malos; simplemente son. Tus sueños futuros son tus metas personales. Estas le dan una dirección a tu vida, un propósito y un significado. Los sueños futuros cambian. Conforme las cosas a tu alrededor cambian (según cómo cambia tu interior) tendrás que ir decidiendo lo que quieres ser y hacer. Las necesidades no son ni adecuadas ni equivocadas, ni buenas ni malas; simplemente son. Existen siete necesidades básicas que toda la gente comparte. - La necesidad de relacionarse con otras personas
- La necesidad de acariciar y abrazar
- La necesidad de pertenecer y de sentirse "uno" con los otros
- La necesidad de ser diferente y aparte
- La necesidad de sentirse digno, valorado y admirado
- La necesidad de hacer algo por otros
- La necesidad del poder en nuestra relaciones y en nuestras vidas.
Es importante que uses todos tus sentimientos, tus sueños futuros y tus necesidades; no los cuestiones ni los juzgues, simplemente experiméntalos, nómbralos y acéptalos. Ellos te pertenecen. Existe una forma muy simple para reclamar tus sentimientos, tus sueños futuros y tus necesidades, se llama "discute las cosas contigo mismo". Algunas veces los sentimientos son demasiado difíciles de manejar, especialmente aquellos que no son buenos. Nos sentimos muy turbados o temerosos y muy avergonzados o enojados de que el sentimiento se apodere de nosotros. En situaciones como esta, necesitamos una manera de escapar de nuestro sentimiento. Aquí te damos cuatro grandes escapatorias que puedes poner en práctica: - Encuentra algo de que reírte
- Enfoca tu atención hacia otra cosa que no sea ese sentimiento
- Medita
- Sueña despierto
Algunas veces la mejor manera de escapar de algo, es mirar hacia atrás y enfrentarlo!. Este sueño que tienes despierto te ayuda a enfrentarte al "monstruo" de tu intenso sentimiento. FUENTE: Educación inicial http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/1250/1293.ASP
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