VENEZUELA

"Ser aceptado por su grupo. Ése es el principal deseo del adolescente venezolano, independientemente de su estrato socioeconómico". Las palabras corresponden a Luis Vicente León, director general de Datanálisis, y la conclusión se desprende del más reciente estudio cualitativo que hizo esta encuestadora entre 400 jóvenes de 12 a 19 años de edad Por Efrain Castillo

Esta investigación, realizada en febrero, también revela otros datos que podrían sorprender a muchos, pero que, sin duda, ofrecen una guía a cualquier curioso que desee saber qué pasa por la mente de un púber criollo. León aclara que todas estas reglas siempre tendrán sus excepciones. Vale decir, que no todos los muchachos se comportan de esta manera. He aquí algunos datos:

Quieren ser libres. La principal aspiración del adolescente venezolano es la libertad, pero no en el sentido político sino en el ámbito individual. "Esta realidad es común a la de todos los adolescentes del mundo. Por el espíritu propio de su edad, el muchacho tiene muy enraizado el concepto de irreverencia, de rebelión contra las reglas o contra lo que siente que lo asfixia. Por eso una de sus principales aspiraciones es la emancipación", señala Luis Vicente León.

Quieren ser exitosos económicamente. Aunque los adolescentes forman parte de la "Generación Chávez" porque han pasado los años más importantes de su vida con un solo presidente como referencia orientadora, según León el discurso político gubernamental no ha calado en las aspiraciones de los púberes. "Desde las altas esferas del gobierno se ha dicho que ser rico es malo. Sin embargo, cuando se le pregunta a un adolescente qué quiere lograr, inmediatamente responde que desea tener dinero, porque es la vía para ser exitoso. Los adolescentes quieren ser propietarios, les gusta la empresa privada y miden el éxito de una manera muy materialista. Quieren dinero para poder comprar y vivir donde deseen".

No tienen disposición a esperar por lo que quieren. De acuerdo al estudio de Datanálisis, los adolescentes criollos no tienen paciencia ni han aprendido a sacrificarse para obtener lo que desean. Todo lo quieren ya. "Esto es muy peligroso, porque el ahorro y la educación son dos elementos que dependen de una manera muy importante de la postergación de las gratificaciones. Sin duda, esta generación no se está educando para entender que en la vida hay que hacer esfuerzos individuales para obtener algo en el futuro. Los adolescentes están acostumbrándose a vivir una vida prestada, en la que se disfruta el hoy y el mañana no importa. Quizás eso explica el que sean altamente consumistas, porque quieren comprar y gastar, aunque no tengan dinero para ello".

Son fanáticos de las marcas y amantes de la belleza. Los jóvenes tienen como principal aspiración ser aceptados por su grupo. Y llevar el look del grupo hace que las marcas, el maquillaje, el peinado o los accesorios sean vitales para los adolescentes. "Para muchos adultos esto es superficial, pero no entienden que los adolescentes sienten que esto realmente afecta sus vidas. La mayoría piensa que de eso depende no ser rechazado en el colegio, conseguir una pareja adecuada y hasta tener éxito en lo laboral. La belleza y la presencia física son valores muy enraizados en nuestra sociedad. Se ha creado el mito de que somos el país con las mujeres más bellas y no se le perdona a nadie que no esté arreglado. Eso, definitivamente, impacta a los adolescentes, sobre todo a las hembras", dice León.

Su prioridad es divertirse. La educación es un tema siempre presente en la vida del adolescente, "no porque le guste, sino porque forma parte de su cotidianidad y es una obligación impuesta por los padres", señala el especialista. Sin embargo, de acuerdo al estudio de Datanálisis, el manejo del tiempo libre es el principal interés de los muchachos de este grupo etáreo y el centro comercial es el sitio preferido para lograr la diversión en esos ratos de ocio. "Los centros comerciales son el punto de encuentro fundamental de los adolescentes, no necesariamente para ir a comprar a las tiendas sino para compartir con los amigos, ir al cine y escuchar música -apunta León. El centro comercial es el sustituto de la plaza del pasado, a donde ellos van a ver y dejarse ver, a donde van a socializar". El director de Datanálisis aclara que esta situación es común a todos los estratos socioeconómicos, aunque en los adolescentes del sector E de la población (el de menores ingresos), la diversión se consigue, fundamentalmente, en la calle. "Por lo general, los jóvenes de este grupo no tienen dinero para ingresar a un local o sienten que no tienen vestimenta adecuada para ir a estos lugares. Por eso, para ellos la socialización ocurre en una acera o en los alrededores de sus residencias".

Aman el celular e Internet. La tecnología es vital para los muchachos de este grupo etáreo. De hecho, el celular y las computadoras son un asunto de primera necesidad. "La penetración de la telefonía celular es de casi 70% entre los adolescentes venezolanos. Es decir, que siete de cada diez poseen un teléfono celular. Ahora, no lo usan tanto para hablar sino para enviar mensajes de texto. Es su estilo de comunicación y tienen una gran habilidad para escribir muchos mensajes en tiempo récord. En promedio, un adulto envía 1,14 mensajes por minuto. En el caso de los adolescentes eso casi llega a tres mensajes por minuto, es decir, prácticamente el triple". En cuanto a Internet, la búsqueda de información relacionada con entretenimiento, música, videos y juegos es la prioridad. "Sólo 14% de la población tiene acceso a Internet, pero esto está creciendo vertiginosamente, porque hace cinco años, la penetración era de 5%. Actualmente, los cibercafés son el principal sitio de acceso, pues 65% de las conexiones se hacen desde estos centros". Chatear con amigos es una diversión importante al entrar a Internet, pero todavía no sustituye al contacto cara a cara, apunta el director general de Datanálisis.

Disfrutan la televisión. "Prácticamente todos los hogares venezolanos tienen televisión", dice Luis Vicente León, y "la penetración de la televisión por suscripción supera el 50%. Es decir, la mitad de los venezolanos reporta tener cable en su casa, aunque sea de forma pirata". Partiendo de esto, León asegura que el adolescente venezolano disfruta de los contenidos nacionales e internacionales de la pantalla chica y pasa más de dos horas al día frente a ella. ¿Cuáles son los intereses más importantes? "A medida que va creciendo, va buscando dibujos animados con contenidos menos ingenuos. Los canales de música también son fundamentales y ahí juega un papel muy importante MTV. Y aunque parezca increíble, hay un grupo importante al que le gustan canales informativos ligeros como Discovery Channel".

Luis Vicente León señala que el carácter altamente sociable del adolescente lo hace valorar la amistad y que su alta exposición a la tecnología ha desarrollado su pensamiento abstracto, a diferencia de los púberes criollos de hace 20 años, que sólo tuvieron acceso a la televisión. Sin embargo, advierte un riesgo relacionado con la dependencia grupal de los muchachos, y al que los padres deberían prestarle atención. "El adolescente venezolano está dispuesto a hacer cualquier cosa para ser aceptado, lo que significa que es altamente influenciable por su entorno social. Esto puede significar un peligro, porque si el entorno es duro o conflictivo, el muchacho puede introducirse en actividades dañinas tan sólo para pertenecer a ese grupo y sentirse exitoso".