El alcohol es una sustancia depresora, es decir, reduce la actividad del sistema nervioso central (SNC). Su elemento químico activo es el Alcohol Etílico o Etanol. El alcohol es el elemento embriagante de las bebidas alcohólicas. La cerveza contiene entre un 3.5% y 6% de alcohol, el vino entre 9% y un 21%, y los licores (ron, whisky, pisco) entre un 35% y un 50%. El consumo frecuente y excesivo de alcohol puede generar dependencia. Cuando se consume habitualmente, produce el síndrome de abstinencia. El delirium tremens es una forma intensa y severa del síndrome de abstinencia, causada por la suspensión brusca del consumo en personas que consumen grandes cantidades. Algunos síntomas son: temblores, sudor, náuseas, convulsiones, ideas delirantes y alucinaciones. Las bebidas alcohólicas más consumidas en Chile son: el vino, la cerveza, el pisco y la chicha. Influye en las características de la embriaguez, la tolerancia, el tipo de alcohol y la cantidad y rapidez con que la bebida ingerida, el consumo o no de alimentos, circunstancias ambientales, personalidad y el consumo en paralelo de algún medicamento, entre otros factores. El proceso de metabolización del alcohol se divide en cuatro etapas 1- La absorción del alcohol está caracterizada por ser un proceso rápido, a través de la mucosa del estómago y del intestino delgado. La velocidad de absorción depende principalmente de la cantidad de alimentos que se encuentran en el estómago al momento del consumo de alcohol. 2- La distribución del alcohol por el organismo es a través del torrente sanguíneo, actuando como depresor en el SNC. 3- La metabolización del alcohol se hace en el hígado, el que lo transforma gracias a la acción de enzimas en bióxido de carbono y agua. Se estima que el hígado de un hombre adulto, sano, de 70 kilos de peso, puede metabolizar aproximadamente 15ml de alcohol absoluto por hora. 4- La eliminación del 2 al 8% de alcohol en la sangre se efectúa a través de la orina, transpiración y respiración. Existen métodos bastantes eficaces de detección del nivel de alcohol en la sangre, como la alcoholemia. Efectos del alcohol en el organismo. - Sistema cardiovascular: puede producir alteraciones en el ritmo cardiaco e hipertensión arterial. La intoxicación de la sangre con alcohol, puede producir anemia y dificultades para la coagulación sanguínea. Su consumo frecuente y prolongado puede producir enfermedades en las arterias coronarias e insuficiencia cardiaca, llagando a producir cardiopatía alcohólica.
- Sistema nervioso central: puede producir pérdida de la memoria a corto plazo, baja concentración, pérdida de las funciones de control y coordinación motora. Su consumo frecuente y prolongado puede producir deterioro psico-orgánico, depresión y trastornos de la conciencia como alucinaciones y psicosis.
- Sistema respiratorio: su consumo frecuente y prolongado puede facilitar la aparición de infecciones respiratorias, neumonías y tuberculosis.
- Sistema digestivo: el consumo de alcohol puede producir inflamación del esófago y gastritis. Su uso prolongado y frecuente lleva a una deficiencia de minerales (hierro, calcio, etc...), deficiencias de vitaminas (A,B,D,etc...), alteración del nivel de azúcar en la sangre, aumento del colesterol, inapetencia y desnutrición.
- Páncreas: puede producir inflamación.
- Hígado: puede producir disfunción, hepatitis alcohólica, pudiendo llegar a la cirrosis (paulatina deficiencia hepática y fibrosis).
- Sistema reproductor: podría provocar impotencia masculina.
- Músculos: su uso crónico podría producir aflojamiento y pérdida de la tonicidad muscular.
Efectos psicológicos Puede provocar o facilitar que se presente insomnio, angustia, amnesia, alucinaciones, delirium tremens, abuso de drogas, depresión, intentos de suicidio, disminución de la autoestima, demencia. El consumo prolongado y crónico de alcohol puede producir una serie de alteraciones cerebrales asociadas a emociones y el razonamiento, provocando un estado depresivo, alteración del juicio óntico y de la realidad, acompañado de psicosis y delirio. Alteraciones sociales El abuso de alcohol o dependencia puede producir una serie de conflictos con las personas cercanas, como por ejemplo: violencia intrafamiliar con la pareja e hijos; problemas laborales que se expresan en ausentismo laboral, accidentes del trabajo, cesantía; conflictos con la ley, accidentes y violencia callejera; problemas económicos, etc... Efectos del alcohol en el feto Consumir alcohol durante el embarazo, especialmente durante los primeros tres meses, pone en alto riesgo el desarrollo fetal. El alcohol pasa directamente del torrente sanguíneo de la madre al feto, a través de la placenta. Las mujeres embarazadas que beben tres o más veces al día pueden causar daños permanentes en el feto, tales como bajo peso al nacer, crecimiento insuficiente de la cabeza y el cerebro, desarrollo incompleto del corazón, fisura del paladar, retraso mental, crecimiento lento y defectos cardiacos y genitales. Asimismo, investigaciones recientes muestran una predisposición de los hijos de padres alcohólicos a desarrollar problemas con el alcohol en el futuro. FUENTE:
| Evangelismo http://evangelismo.galeon.com/ |
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