BRASIL Los bares y otros establecimientos nocturnos han sido el principal objetivo de las medidas destinadas a la reducción de los problemas de consumo de alcohol entre los jóvenes. A pesar de su importancia, no se le ha dado la atención necesaria al consumo de alcohol que los jóvenes hacen dentro de sus casas, poco antes de salir de parranda, al igual que a la compra de alcohol sin restricciones en supermercados y otros establecimientos. Considerando esto, la presente investigación tuvo el propósito de analizar si los jóvenes que consumen antes de salir de parranda beben más o tienen más problemas sociales que aquellos que no beben hasta llegar al lugar de encuentro para festejar. En la investigación participaron 380 jóvenes, de grupo etario entre 18 y 35 años. Fueron entrevistados en 18 bares y establecimientos comerciales de un centro urbano inglés. Se les pidió a los participantes que respondieran un cuestionario anónimo, cuyos temas abordaban (a) datos socio-demográficos; (b) frecuencia de visita a bares u otros establecimientos de vida nocturna; (c) consumo de alcohol antes y durante una típica salida nocturna; (d) número de días (en la última semana) en que hubiesen consumido alcohol y, finalmente (e) el numero de veces que se involucraron en peleas en los últimos 12 meses, que hayan sido sexualmente molestados, insultados y que hayan estado tan ebrios al punto de no poder caminar. Más de tres cuartos de la muestra (77,4%) dijeron que beben al salir de parranda. Según los resultados los hombres consumen mayor cantidad de alcohol que las mujeres. Entre los bebedores, 57,6% comienza a beber alcohol justo antes de salir de casa, consumen mayor cantidad de alcohol y tienen más problemas que aquellos que no lo hacen. De forma general, quien bebe en casa antes de salir de parranda tiene 2,5 más probabilidades de involucrarse en peleas y 4 veces más probabilidades de consumir una cantidad superior a 20 dosis alcohólicas, y este comportamiento aumenta las probabilidades de ser sexualmente molestados. Además, según los autores, esos bebedores presentaron mayor incidencia de involucrarse en peleas, de haber sido sexualmente molestados y de haber estado excesivamente ebrios en los últimos 12 meses. De acuerdo con los autores, los resultados señalan que el "modo" de beber de las personas es un importante factor de pronóstico de violencia. Posiblemente, quien bebe en la casa, antes de salir, alcanza el estado de intoxicación precozmente, y pasa un mayor período de tiempo embriagado (cuando está de parranda), aumentando los riesgos de agresión. Así, los autores sugieren que las medidas de reducción de perjuicios relacionados con el consumo de alcohol estrictamente enfocadas dentro de los ambientes nocturnos no disminuyen los problemas relacionados con el consumo antes de salir de casa, de modo que es necesario tomar medidas para prevenir la embriaguez fuera del ambiente de los bares y establecimientos nocturnos, así como también es necesario disminuir la venta irresponsable de bebidas alcohólicas (promociones baratas e irresponsables), estimular a los órganos públicos a reconocer que el abuso de alcohol en casa es parte de los problemas de la vida nocturna y, finalmente, estimular un consumo más moderado. FUENTE:
| Centro de isa/Base de Datos CISA http://www.cisa.org.br/categoria.html?FhIdTexto=3438274b6908bf8c0d9019b1235e0630 |
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