MEXICO Programa Institucional de Promoción de la Salud El alcohol, cuando se consume en forma excesiva y frecuente, produce efectos adversos agudos y crónicos en la salud humana. Se han comprobado efectos nocivos nutricionales, neurológicos y hepáticos en consumidores crónicos, además de asociarse a alteraciones sociales como incremento de los índices de violencia intrafamiliar, violencia general, actos delictivos y accidentes de tránsito. Algunas otras consecuencias son: - Daños en el hígado. El hígado es uno de los órganos más afectados por el consumo inmoderado de alcohol, puesto que es el encargado de limpiar esta toxina de la sangre. El hígado puede resultar dañado después de muchos años de beber y producirse una enfermedad alcohólica hepática, cuyos daños pueden variar desde una inflamación hasta una enfermedad mucho más grave llamada cirrosis hepática. Las células del hígado se mueren y en su lugar son sustituidas por células fibrosas que no ejercen su función pertinente, por lo que el hígado no funciona bien. La solución obligatoria consiste en abandonar el alcohol y tratar al enfermo para que las células sanas puedan seguir trabajando con normalidad.
- Hipertensión. El alcohol aumenta la presión arterial. Muchos médicos consideran que un poco de alcohol ayuda a mejorar la circulación y previene las enfermedades del corazón, pero en exceso es muy dañino.
- Problemas digestivos. El alcohol en grandes cantidades constituye uno de los principales irritantes del aparato digestivo. Al atacar la mucosa digestiva, ya que incentiva la producción de ácidos, puede producir trastornos tan importantes como acidez, vómitos y a veces úlceras con sangrado.
- Aumento de cánceres digestivos. El alcohol ataca la mucosa digestiva y predispone a una mayor aparición de cánceres en la boca del estómago, esófago, estómago o colon, cuando se consume con frecuencia y en exceso.
- Problemas sexuales. El alcohol no es un buen amigo del sexo ya que éste puede producir problemas de erección en los hombres, además de favorecer en la pérdida de menstruación en las mujeres, cuando se consume en abundancia.
- Daños en el sistema nervioso. El abuso del alcohol produce daños irreparables en el sistema nervioso central y periférico que se manifiestan en forma de temblores, falta de coordinación o problemas de memoria.
- Problemas alimentarios. El abuso del alcohol disminuye la absorción de muchas vitaminas y minerales, por lo que el cuerpo se resiente, se debilita y tiene más facilidad de contraer infecciones o enfermedades.
¿Qué tipo de bebedor eres? Los jóvenes en ocasiones acostumbramos a consumir bebidas alcohólicas en situaciones especiales, ya sea con la familia o con los amigos, pero moderadamente, bueno hay casos excepcionales. Si te parece divertido beber en exceso, no te arriesgues, hay otras formas de pasarla bien sin perjudicar tu salud y la de los tuyos, sobre todo la mental, porque no es nada agradable ver a una persona bajo lo efectos del alcohol, ¿o si? Cuando se bebe en exceso lo primero que se pierde es el control de lo que se toma. Se pierde la noción de límite y con ella el control de sí mismo. Si es viernes y lo primero que piensas es tomarte una cerveza, tequila o cualquier cosa que se le perezca, ¡cuidado!, probablemente estés dependiendo del alcohol para pasártela bien y se podría convertir en un problema de alcoholismo, que es aceptado como una enfermedad desde 1950 por la Organización Mundial de Salud (OMS). Es un hecho que el exceso de alcohol hace entrar en un espiral de consumo. A medida que se toma, uno se va acostumbrando y necesita más cantidad para conseguir el mismo resultado de excitación, así que no pierdas la medida. Claro que no por beber una o dos copas y te gusta de vez en cuando ya vas a ser un alcohólico (a), obviamente no todos los que se emborrachan alguna vez acaban siendo alcohólicos pero todos los alcohólicos comenzaron así. Hay tres tipos de bebedores (como ya lo saben muchas personas): - Social: bebe sólo en ocasiones especiales pero sin llegar a la borrachera.
- Fuerte: no toma de forma continua pero cuando lo hace llega a emborracharse, aunque al día siguiente se incorpora a sus actividades sin problema.
- Problema: es aquel que al principio bebe ocasionalmente, tal vez pase de ser un bebedor fuerte y sin que se percate perderá poco a poco su capacidad de control en sus tragos y acciones.
Pero si crees que eres un joven alcohólico o que tienes alto riesgo de serlo, no debes avergonzarte por pedir ayuda, al contrario, realizar esto es lo mejor que puedes hacer por ti, ya que es un problema con el que no se puede solo y quien mejor que la familia y los amigos para poder salir adelante. También hay organizaciones que ayudan a jóvenes con este tipo de problemas. FUENTE:
| Escenario/Cultura http://www.uaslp.mx/escenario/articulo.asp?ID=2744 |
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