MEXICO De 20 jóvenes, al menos 15 aceptaron que el consumo es una práctica común para ellos; sin embargo, pocos están conscientes de las consecuencias físicas, sociales y emocionales de esta costumbre. La mayoría de jóvenes sólo reconocen los efectos inmediatos como la euforia seguida de tristeza o depresión y la falta de reflejos. Sólo algunos mencionan la cirrosis (mal del hígado) como una enfermedad relacionada con el alcohol. Pese a que 23% de defunciones por accidentes de tránsito en conductores que bebieron ocurre a jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, los entrevistados por este diario no relacionan las bebidas etílicas con muertes ni con lesiones por accidentes. Especialistas del Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC) explican que hay consecuencias a corto y largo plazo. Los efectos, explica el Manual de Intervención Breve para Adolescentes que inician el consumo de alcohol, varían de una persona a otra y dependen del consumo, pero de manera común, el consumo excesivo genera en el organismo gastritis, ulceras y hemorragias en el sistema digestivo; cáncer de boca, esófago o estómago, cirrosis hepática o hepatitis; anemia, hipertensión, infarto, pancreatitis, sicosis y alucinaciones, además de problemas familiares, escolares y laborales.
|