Aunque parezca el estribillo de una barata canción de pop, el alcohol en exceso es visto por muchos como elemento infaltable en las fiestas y una borrachera como la meta de gloria. Pégale un sorbo a esto y vé cómo diferentes personas e instituciones manifiestan su preocupación por las carreras de tragos en la juventud.

„Alkopops" se les llama a las comunes botellas de colores y de sintéticos olores, texturas y sabores que circulan los fines de semana en la calle, casas o discotecas. Consisten en pequeñas botellas que parecen soda o jugos sintéticos. Inga (16) es fanática de ellas, que disfruta con sus amigos a la orilla del Ruhr una vez a la semana.

„Me gusta tomar con los amigos y conversar. Nos reímos mucho... " señala mientras alza una pequeña botellita de un licor de color gris limón, con dos ojitos. Es divertido.

Hay que abrir la botella de 30 cc. , sostenerla con los dientes e inclinar la cabeza hacia atrás, y ponerse la tapa en la nariz. El que lo hace más rápido gana, y puede decidir cuándo tomar otro trago. El que pierde se tiene que tomar otro.

No todo es tan malo. Para Paula (16), es muy divertido: „Mis papás no me ponen problema, porque éstos son mis amigos desde que tenía como seis años, en la escuela y el barrio. Yo creo que no hay problema en beber si es que uno conoce a la gente y tiene confianza con ellos. A veces vamos a bailar y volvemos super-tarde. Así, borracha-borracha sólo he quedado como una o dos veces. Igual ha sido chistoso...No he tenido problema en volver a la casa".

Paula e Inga no parecen tener problemas con el alcohol. Sin embargo, lo que preocupa al sector público de Alemania son los llamados „bebedores de tarifa plana". Se trata de jóvenes que buscan discotecas o bares que ofrecen planes como „Toma todo lo que puedas" por unos quince Euros, aproximadamente. Dentro de estos bebedores se encuentra el caso de un joven de 16 años que tomó hasta alcanzar el coma alcohólico en Berlín.

A raíz de la trágica experiencia de este joven bebedor, la discusión se ha abierto una vez más al respecto: De acuerdo con un estudio hecho por la Unicef este año, Alemania tiene el quinto lugar en la escala de países europeos con un porcentaje de jóvenes de entre 11 y 15 años que declaran haber estado al menos dos veces sumamente borrachos. Los jóvenes en Alemania pueden comprar cerveza, vino y alcoholes similares a partir de los 16 años.

Alrededor de un 17% de los jóvenes consultados en Alemania tienen esta experiencia. Lógicamente todos ellos han tenido una mala resaca antes de llegar a la mayoría de edad. A la cabeza de la lista se encuentran Gran Bretaña, Finlandia y Dinamarca. Los países con menos jóvenes que han estado ebrios son España, Grecia, Italia y Francia.

La posición de las autoridades se encuentra en pleno debate: ¿Será necesario establecer medidas más duras de prohibición y llegar a un tipo de „Ley Seca" para jóvenes?

El Ministro de Atención al Consumidor, Horst Seehofer (del partido „Unión Social-Cristiana", CSU) señaló que el actuar adecuado con respecto al consumo de alcohol sería una „cuestión de educación y de ilustración". El secretario destacó en Berlín ante el diario „Frankfurter Rundschau" que no esperaría ningún resultado positivo de una „Olimpiada de prohibiciones".

Asimismo, la Comisionada de Drogas del Gobierno Federal, Sabine Bätzing (del „Partido Social - Demócrata", SPD) no se manifiesta a favor de un alza en la edad mínima de consumo de alcohol a los dieciocho años. Según Bätzing, el cuidado a la juventud debería ser cumplido estrictamente por el comercio y el sector gastronómico

La vocera de la Oficina General de Asuntos de Adicciones, Christa Merfert-Diete, dijo que el mayor problema es la cuestión de cómo la sociedad se lleva de manera acrítica con el alcohol. A los jóvenes les parece un valor preciable el beber para demostrar su adultez: de hecho en promedio un joven en Alemania toma por primera vez alcohol a los 14 años y su primera borrachera la coge a los 15, 5 años de edad.

Matthias Drobinski señala en el „Süddeutsche Zeitung": „El consumo de alcohol en Alemania retrocede desde hace algunos años, aunque, el que toma alcohol, toma más.

De una población de entre 12 y 25 años de edad, de acuerdo con una encuesta elaborada por la Oficina Central contra Peligros de Adicciones, un tercio ha tomado el mes pasado (Febrero) por lo menos una vez más de cinco vasos de alcohol".

Un dato interesante: los famosos „Alcopops" concentran en una botella individual una cantidad igual a más de quince terrones de azúcar y dos „cortos"/"caballitos"/"shots" de un licor, según la Central Federal para Ilustración Sanitaria (BzgA, http://www.bist-du-staerker-als-alkohol.de/). La oficina advierte que es muy posible que el abuso de alcohol te ponga más gordo, tonto y con menos potencia sexual y deportiva.

Abril 2007