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Publicado por daniel 5-9-2005

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TÚ Y TU MUNDO

No hagas al otro la regla de oro

MEXICO
Conocí una familia que llamaba la atención. Eran seis hijos y a pesar de que todos estaban casados con personas de muy diferentes ideas y formas de ser, todos se llevaban de maravilla. Convivían mucho y en la casa siempre reinaba la unidad.

La pieza clave en esta armonía era sin duda la mamá. Ella siempre tenía ánimo y tiempo para invitar a todos los hijos con sus familias a la casa. Siempre tenía la sonrisa en los labios y nada era problema.

La señora preparaba comida para todos y a los niños les organizaba una "función de cine" rentándoles una película, así los adultos platicaban sin interrupciones con sus hijos, nueras y yernos.

La mamá siempre escuchaba a los demás y les daba su lugar. Todos eran importantes y dignos de todo su respeto. Observando a la familia me dí cuenta de que tal armonía radicaba precisamente en una actitud de respeto.

El respeto a las personas permite aceptar sus cualidades y defectos sin menospreciarlas. Una persona que se siente respetada se siente acogida y bienvenida en ese lugar.

Es increíble cómo hasta un pequeñito se da cuenta si lo aceptan o se están burlando de él. El hacer burla o criticar a las personas inquieta y hace brotar el sentimiento de inseguridad y/o rechazo en un hogar.

Hay familias donde los miembros siempre se critican mutuamente: "¡Que horrible muchacha te acompañó a la fiesta! ¿A poco es tu novia?"... Ya con este comentario el muchacho no se anima a decir que sí es la novia y menos a platicar sobre ella. Siente que aunque no la conocen, no la aceptarán y se aísla. Así empieza la desunión.

Las despiadadas burlas y críticas de los sentimientos pueden hacer sufrir mucho. Las personas necesitamos sentirnos acogidas y aceptadas por quienes nos rodean. Todos tenemos cualidades y defectos. El hecho de aceptar a un hijo como es lo ayudará en su autoestima y una persona segura de sí misma tiene las armas para lograr el éxito en su vida.

Aceptar no quiere decir que debemos estar de acuerdo en todo y pensar igual que la otra persona. Es imposible que todos opinemos igual en todo. Pero hay que darnos cuenta de los sentimientos de los demás y si es posible buscar no entrar en conflicto.

La concordia y la unidad en el hogar normalmente dependen de detalles tan pequeños como el respetar los sentimientos de los demás.

FUENTE:

T1msn/Educación/Familia
Masalto.
http://www.t1msn.com.mx/educacion/familia/Masalto/defaul.asp?consecutivo=337&secc=2