FUENTE:Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud/Beber y conducir
Los adultos jóvenes de entre 20 y 29 años están expuestos a un mayor riesgo (hasta tres veces superior) de sufrir las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol en comparación con los conductores mayores de 30 años, cualquiera que sea el nivel de alcoholemia. De hecho, el alto riesgo para los conductores jóvenes y novatos ha hecho que muchos países apliquen los límites de alcoholemia con más rigor en este grupo de población.
También es importante destacar que la ingesta de alcohol no es solo un factor de riesgo para las personas que conducen automóviles y otros vehículos grandes, sino también para los demás usuarios de las vías. Algunos estudios realizados en países de bajos y medianos ingresos revelaron la presencia de alcohol en la sangre en entre el 18% y el 90% de los peatones y entre el 10% y el 28% de los motociclistas que sufrieron lesiones en siniestros viales.
Los conductores profesionales son otro grupo importante cuando se habla del alcohol y la conducción. Su comportamiento puede tener consecuencias más graves, debido al tamaño y al tipo de vehículos que conducen, en particular los que tienen que ver con el transporte público.
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